Con gran solemnidad y regocijo, la Universidad Valle del Momboy (UVM) celebró la misa de acción de gracias por la culminación de estudios de su octogésima primera promoción (LXXXI). El acto reunió a más de 170 egresados de diferentes carreras de pregrado y postgrado.
El evento se llevó a cabo en la Iglesia María Auxiliadora, donde los graduandos compartieron su alegría con sus familiares, amigos y las autoridades académicas encabezadas por la Vicerrectora Académica, profesora Walevska López. Su presencia subrayó el compromiso de la universidad con la formación integral de sus estudiantes.
La eucaristía fue presidida por el Padre Bernardo Ramírez, quien centró su homilía en un poderoso mensaje de responsabilidad social y generosidad. El presbítero Ramírez exhortó a la promoción a multiplicar sus dones: «tienen la obligación de multiplicar sus dones y hacer de ellos la palabra de Dios. No pueden ser egoístas; la sociedad espera que pongan sus conocimientos y talentos al servicio de los demás, ayudando y sirviendo».
El llamado a la multiplicación de los dones resonó como una guía para la vida profesional y personal de los egresados, quienes ahora tienen la misión de convertir la teoría en impacto real.
La trascendencia de este logro se evidenció en la masiva asistencia. La Iglesia María Auxiliadora estuvo a casa llena. Familiares, amigos y la comunidad universitaria desbordaron el recinto, demostrando el inmenso orgullo y el respaldo total a los egresados. Esta asistencia récord es una muestra del compromiso colectivo de la región con la formación de los profesionales que construirán el mañana.
La ceremonia fue magistralmente ambientada por el Coro Juvenil “Santo Tomás de Aquino” de la Escuela Técnica Salesiana, cuyas voces crearon una atmósfera de profunda espiritualidad y celebración.
El punto final y más memorable de la misa fue la tradicional fotografía grupal, donde los más de 170 egresados inmortalizaron el momento de su triunfo, sellando así el recuerdo de la LXXXI promoción.













