Un hito histórico para la Universidad Valle del Momboy (UVM), dos jóvenes talentos han dado vida a una tecnología que promete transformar la fabricación aditiva. Yorkina González y Lulo Barrios, estudiantes de Ingeniería en Computación, han desarrollado una extrusora de filamento plástico de última generación que no solo es un logro académico, sino un salto cuántico hacia un futuro más sostenible.

Esta máquina, fruto de un proyecto de tesis, es mucho más que un conjunto de piezas. Es una obra de ingeniería y arte, diseñada meticulosamente para ofrecer un rendimiento óptimo y una estética impecable. Su capacidad para procesar una amplia gama de materiales plásticos la convierte en una herramienta invaluable para la economía circular, permitiendo la reutilización de residuos y la creación de productos personalizados y ecológicos.

Pero lo más destacable de este proyecto es el espíritu innovador que lo impulsa.  Los uvemistas  Yorkina y Lulo, bajo la guía del profesor Edgardo Paolini, han demostrado que la pasión por la tecnología y el compromiso con el medio ambiente pueden dar lugar a soluciones reales y tangibles.

«Con este proyecto, buscamos demostrar que la tecnología puede ser una aliada para resolver problemas sociales y ambientales», afirma Yorkina González, una de las creadoras de la extrusora. «Queremos inspirar a otros jóvenes a desarrollar soluciones innovadoras para mejorar la calidad de vida de las personas», añade Lulo Barrios.

Al abordar el impacto social de su proyecto, los tesistas resaltaron principalmente su contribución al fomento del emprendimiento local, la generación de empleos tanto directos como indirectos en la región, y la promoción de la inclusión social a través del acceso a tecnologías adaptadas a las necesidades de diversos grupos poblacionales.

Por su parte el profesor Edgardo Paolini, mentor de los estudiantes, destaca la importancia de este proyecto: «Yorkina y Lulo han demostrado que con pasión, creatividad y el apoyo adecuado, se pueden lograr grandes cosas. Este proyecto es un ejemplo de cómo la universidad puede contribuir al desarrollo de nuestra comunidad».

Agregó: «Esta máquina, un verdadero hito en la ingeniería de plásticos, es capaz de transformar una amplia variedad de residuos plásticos en filamento de alta calidad para impresión 3D. Su sistema de extrusión  garantiza una mezcla homogénea de materiales y una producción continua.

Además  resaltó: «Yorkina y Lulo,  no solo son excelentes ingenieros, sino también emprendedores natos. En la UVM, fomentamos un ambiente de innovación y creatividad donde nuestros estudiantes pueden desarrollar sus ideas y llevarlas a cabo. Esta máquina  es un claro ejemplo de cómo la universidad puede ser un semillero de emprendedores y contribuir al desarrollo económico de nuestra región».