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El Campus Tempe de la Universidad Valle del Momboy (UVM) se transformó en un escenario de ensueño para acoger el solemne Acto de Imposición de Medallas y Conferimiento de Títulos de su Octogésima Primera Promoción (LXXXI). Más de 150 nuevos profesionales, formados en una amplia gama de disciplinas de pregrado y postgrado, recibieron sus credenciales en una ceremonia doble que fusionó el rigor académico con la inspiración de la temporada, bajo una temática mágica iluminada en El Cascanueces.

Debido al significativo número de graduandos, la jornada se estructuró en dos emotivas tandas (10:00 a.m. y 3:00 p.m.), asegurando la solemnidad y el espacio necesario para que familiares y amigos acompañaran a los egresados.

La ceremonia fue presidida por la Profesora Walevska López, Rectora Encargada, quien lideró el acto central y la solemne juramentación, un momento que generó gran expectativa y fue sellado con las notas del “Gaudeamus Igitur”, el Himno Universitario.

El talento de los graduandos se manifestó a través de sus representantes. La petición de conferimiento de títulos fue realizada por Katiuska Ramírez y Maikel Villegas Rojas, uno en cada tanda.

En el turno de la mañana, el Licenciado Andrés Silie pronunció un discurso que tocó las fibras más sensibles de los presentes. Silie inició su alocución con la mágica frase: «El futuro le pertenece a aquellos que creen en la belleza de sus sueños», citando seguidamente a Walt Disney: «Si puedes soñarlo, puedes lograrlo». De manera íntima, dedicó la concreción de su sueño académico al apoyo inquebrantable de su abuela, padre y madre. Su cierre fue magistral al relatar la parábola «El águila que nunca se fue», un vibrante llamado a sus colegas a seguir capacitándose sin límites.

Esta temática de superación se complementó con la intervención de la Abogada Aimar Riera en la tarde, quien citó al científico Albert Einstein para sentenciar que «El mérito de un hombre debe medirse por su esfuerzo, no por su éxito». Ambos oradores llenaron el momento de emotividad, inspirando a la nueva cohorte a valorar el camino recorrido.

La Profesora Walevska López,  elevó el tono de la ceremonia con un discurso que resonó en la audiencia. Subrayó la trascendencia de la formación continua, exhortando con firmeza a los graduandos a asumir su nuevo estatus como una «misión de vida y un acto de responsabilidad». Su llamado fue directo,  convertirse en «agentes multiplicadores de excelencia» en cada espacio donde se desenvuelvan.

Para reforzar su visión, la máxima autoridad universitaria encargada, se apoyó en pilares del liderazgo y el pensamiento universal, citando a autores de la talla de Peter Drucker, Nelson Mandela y Margaret Mead. Aprovechó la oportunidad para  dedicar un especial reconocimiento a los profesores universitarios en su día, así como a los familiares de cada graduando. En un gesto particularmente emotivo, felicitó a los trabajadores uvemistas que vieron en esta LXXXI promoción la cristalización del sueño de sus hijos, nietos y hermanos.

El solemne Acto de Grado, calificado como «épico», culminó con el majestuoso desfile de los graduandos, quienes abandonaron el recinto mientras los cálidos y vibrantes aplausos del público resonaban en el campus Tempe. La UVM celebra así la entrega de una nueva generación de profesionales, listos para transformar su entorno con excelencia.