El pasado 24 de noviembre de 2024, el Salón de la Trujillanidad de la Universidad Valle del Momboy fue el escenario del taller «Caminos a los procesos de consultoría». Dictado por el profesor Ricardo Berrios, este evento profundizó en las competencias y habilidades esenciales para el ejercicio profesional de la consultoría.
El profesor Berrios destacó la importancia de desarrollar una escucha activa que permita al consultor comprender a cabalidad las necesidades y perspectivas de todos los actores involucrados en un proyecto. Asimismo, subrayó la relevancia de la paciencia y la perseverancia para alcanzar los objetivos propuestos, así como la capacidad de crear un ambiente de confianza y respeto mutuo dentro de los equipos de trabajo.
Entre las habilidades indispensables mencionadas, se encuentran la identificación de los ámbitos funcionales clave de un negocio, la comunicación efectiva, la capacidad de comercializar los servicios de consultoría y la creatividad para diseñar estrategias innovadoras y motivacionales.
Además, el taller abordó los pilares fundamentales de la confianza en la consultoría empresarial. Se enfatizó la importancia de contar con una mirada externa e imparcial para realizar un diagnóstico preciso de la situación de una organización. Al no estar vinculado emocionalmente a la empresa, el consultor puede identificar oportunidades de mejora y proponer soluciones objetivas que resulten difíciles de visualizar desde dentro.
Para fortalecer la comprensión de los participantes sobre el rol del consultor, se llevó a cabo un ejercicio práctico en el que se dividieron en grupos de trabajo. Esta actividad permitió a los asistentes experimentar de primera mano las dinámicas propias de la consultoría y reflexionar sobre su propio desempeño en este ámbito.
Finalmente, el profesor Berrios concluyó el taller con una profunda reflexión sobre el verdadero valor de un consultor. Más allá de los conocimientos técnicos y las herramientas metodológicas, el consultor debe ser capaz de generar un impacto tangible en las organizaciones a las que asesora. Los buenos consultores no solo resuelven problemas puntuales, sino que acompañan a las empresas en su proceso de transformación, optimizan sus recursos y las guían hacia un crecimiento sostenible a largo plazo.


