n un día cargado de emoción y sueños cumplidos, la Universidad Valle del Momboy vistió de gala el Campo Tempé para despedir a su octogésima promoción. Desde el conmovedor juramento, que hizo vibrar el recinto con el aplauso de sus seres queridos, hasta el inspirador discurso de Anabel Paola Cañizales, quien recordó cómo una beca fue el trampolín para su éxito, la jornada fue un canto a la perseverancia.

La ceremonia fue oficiada por el padre Miguel Ángel Castellano, quien conmovió a los presentes con una homilía profunda y llena de inspiración. La presencia de las autoridades universitarias y de un selecto grupo de docentes uvemistas añadió un toque especial a la celebración, demostrando el compromiso de la institución con sus egresados y el reconocimiento al esfuerzo y dedicación de cada uno de ellos.

La Universidad Valle del Momboy refuerza su rol como epicentro de la investigación aplicada y la formación de profesionales comprometidos con el desarrollo sostenible. En un reciente ejemplo de excelencia académica, los tesistas de Ingeniería en Computación, Maikel Villegas y Luis Monsalve, han presentado un trabajo de grado que integra de manera sobresaliente principios de la ingeniería con soluciones a problemáticas ambientales y sociales apremiantes.