La Iglesia María Auxiliadora de Valera se vistió de gala este martes 02 de abril, para celebrar la misa de graduación de la septuagésima sexta promoción de egresados de la Universidad Valle del Momboy (UVM). La ceremonia, llena de solemnidad y emotividad, contó con la participación del padre Mario Soto, quien ofreció un mensaje inspirador a los jóvenes profesionales.

En su homilía, el padre Soto abrió con la frase «el Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres», del Salmo 125. A partir de esta cita, el sacerdote resaltó la importancia de la gratitud en la vida de los graduandos. «Agradezcan a Dios por este momento tan especial, por el conocimiento adquirido y por las oportunidades que se les presentan», les dijo.

Asimismo, el padre Soto hizo énfasis en la necesidad de estar preparados para recibir a Dios en sus vidas. «No solo sean profesionales exitosos, sino también personas de fe que busquen a Dios en todo momento», mencionó. «Sientan la sed de Dios y dejen que él guíe sus pasos en el camino profesional que ahora emprenden».

Agregó «Ustedes son la luz del mundo, la sal de la tierra», dijo el padre Soto a los graduandos.

 La ceremonia también contó con la participación del Coro del Movimiento Juvenil Salesiano  llamado “Valdocco” que interpretó hermosas melodías religiosas que llenaron de solemnidad el acto.

Las palabras del padre Soto no solo resonaron en los graduandos, también en el público asistente. Familiares, amigos y profesores de diversas facultades de la UVM se unieron a la celebración y se conmovieron con el mensaje de integridad, fe y agradecimiento.

Las autoridades de la universidad, encabezadas por la Rectora profesora Karelis Paredes y la Vicerrectora Académica, profesora Zaida Kassar; también estuvieron presentes en la ceremonia. Sus presencias evidenciaron el compromiso de nuestra Alma Máter  con la formación integral de sus estudiantes y su deseo de acompañarlos en este momento tan importante de sus vidas.

Uno de los momentos más emotivos de la ceremonia fue cuando los graduandos recibieron la bendición del padre. Los abrazos y las lágrimas de alegría fueron el reflejo de la satisfacción y el orgullo que sentían por el logro alcanzado.

«Hoy culminamos una etapa importante de nuestras vidas, pero esto es solo un comienzo. Tenemos un mundo por delante lleno de oportunidades y desafíos. Debemos ser profesionales íntegros y comprometidos con la sociedad, y siempre llevar en alto el nombre de la Universidad Valle del Momboy», expresó con entusiasmo uno de los graduandos.

La misa de graduación fue un evento emotivo y significativo que marcó un antes y un después en la vida de los homenajeados. A partir de este momento, se embarcarán en un nuevo camino lleno de retos y oportunidades, pero siempre llevarán consigo el recuerdo de este día y las palabras inspiradoras del padre Soto.

Este emotivo evento fue solo el comienzo de la celebración. El próximo viernes 5 de abril, los graduandos se reunirán en nuestro  Campus Tempé para la ceremonia oficial de entrega de títulos.